Déjate abrazar por Mi más ardiente deseo de que todas las almas vengan a purificarse en el agua de la penitencia...
Que se penetren de los sentimientos de confianza y no de temor, porque Soy Dios de Misericordia y siempre Estoy dispuesto a recibirlas en Mi corazón.
Yo estoy junto a tí, cuando haces lo que te pido; es como si Me quitaras la ardiente sed que Me secó hasta los labios en la Cruz.
Me haré presente cada vez que invoquen Mi pasión con amor. Te concederé el vivir unida a Mí en el dolor que experimenté cuando en Getsemaní conocí los pecados de todos los hombres.
Piensen en todo cuanto tuve que padecer por salvar al hombre, para poder reinar en su corazón, para hacerle posible la entrada en el reino de Mi Padre.
Ahora, vamos al relato de Mi Pasión... Relato que dará gloria al Padre y Santidad a otras almas elegidas.
Hagámos juntos el Camino de la Cruz. Lee el libro acá