El Sacramento de la Redención, que la Madre Iglesia confiesa con firme fe y recibe con alegría, celebra y adora con veneración, en la santísima Eucaristía, anuncia la muerte de Jesucristo y proclama su resurrección, hasta que Él
vuelva en gloria, como Señor y Dominador invencible, Sacerdote eterno y Rey del universo, y entregue al Padre
omnipotente, de majestad infinita, el reino de la verdad y la vida
lee el libro acá