Cuando se dio la vuelta para que yo lo viera era un niño de catorce años de
edad. Iba vestido con túnica blanca, en su hombro izquierdo llevaba colgada
unas alforjas de tela y en su mano derecha tenía una vara larga que lo ayudaba
a caminar.
Juan seguía caminando cantaba una de las canciones pensando en los
demás como estarían. Después iría a verlos. De todos el era el que más suerte
había tenido por estar destinado a vivir con el Maestro, pensaba en las veces
que había puesto su cabeza en el pecho de Jesús cuando se sentía cansado.lee el libro acá