fundador de una orden religiosa, misionero en tierra de
protestantes, predicador, teólogo y catequista, es un hombre de
acción que desarrolla una prodigiosa actividad y que no por eso
pierde la calma. Contemplativo a la vez que activo, espiritual y
viajero incansable, sabe convivir con gente de toda condición y
participa de todas las tensiones políticas y religiosas de su
tiempo.
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